2021: Una odisea escolar


Entrada modificada el 25-6-2020

En junio-julio los centros educativos realizan la planificación del siguiente curso, por lo que en las fechas en las que estoy escribiendo este post (finales de junio de 2020) se está esperando, como agua de mayo, instrucciones y protocolos de las autoridades para guiar la planificación del próximo curso 20-21.

Voy a comenzar avisando de que si alguien espera leer aquí medidas de tipo higiénico y sanitario, puede dejar de leer esta entrada, ya que las distintas autoridades no dan unas normas concretas y claras sobre protocolos, etc. Así, desde el ministerio se dice que 20 niñxs por clase (en algunos cursos de Infantil y Primaria), y en Secundaria la ratio normal, pero la Consejería está diciendo, desde el primer momento, que esa reducción es inviable y que no se va a llevar a cabo. También habrá que ver como "traduce" nuestra Consejería las imprecisas recomendaciones del Ministerio (ver las MEDIDAS DE PREVENCIÓN, HIGIENE Y PROMOCIÓN DE LA SALUD FRENTE A COVID-19 PARA CENTROS EDUCATIVOS EN EL CURSO 2020-2021 del Ministerio de Educación). Creo que es "de risa" proponer que se deje 1,5 metro de separación entre cada alumno y, a renglón seguido, decir que si no es posible que se pongan mascarilla. Espero que tengan la decencia de protegernos a los profesionales, como a cualquier otro trabajador, y al alumnado. No puede ser que la Administración sea exigente para la empresa privada y descuidada para sí (no sería la primera vez que use la Ley del embudo).
En lo que sí que están de acuerdo es en utilizar la “autonomía” de los centros educativos para que cada centro elabore sus propios protocolos. Tal como yo lo veo, esto va ser fuente de arbitrariedades, ya que unos centros serán muy permisivos (dentro de las normas generales) y otros muy restrictivos. Pienso que lo suyo sería dar unas protocolos concretos y que cada centro tuviera un pequeño margen de maniobra para adaptarlos a sus características particulares.

Yo soy profesor de Secundaria en Andalucía, y la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía ha sacado la Instrucción 10/2020 de 15 de junio, que tiene por objeto determinar pautas para adoptar las medidas educativas necesarias en el inicio del curso 2020/2021, por lo que he leído atentamente sus once folios, y os hago un pequeño resumen comentado.

Empiezo a leer estas instrucciones un poco prevenido, no lo voy a negar, ya que siempre que la administración educativa nos cuenta que va a hacer un plan de lectura, de mejora de aprendizajes, de digitalización, etc. no se suele referir a que va a destinar un abultado presupuesto a conseguir unos objetivos concretos, sino que se refiere a que le va a echar al profesorado la responsabilidad de hacer esos planes, de llevarlos a la práctica y de evaluarlos, sin ningún medio adicional, ni de tipo económico, ni dotación, ni infraestructura; y cada centro el suyo, claro, para que se pueda inventar la rueda varios cientos de veces.

Nada más empezar a leer las instrucciones veo que en el nuevo curso se deberá intensificar la autonomía pedagógica y organizativa de los centros tanto para la planificación-desarrollo de actividades, como para la toma de decisiones (en general). Ufff, pero no, que soy un desconfiado, porque lo siguiente que leo, todavía en la declaración de principios de la instrucción, dice que “se procurará que las medidas y actuaciones que se lleven a cabo no supongan incrementar las cargas administrativas del profesorado y la burocracia de los centros”. Vaya, por fin parece que se han decidido a no hacer lo de siempre … ¿o no?.

Sobre la declaración de principios de estas instrucciones, creo entender que, de nuevo, se escudan en la autonomía organizativa de los centros para dejarles a ellos la preservación de “la salud física y emocional de TODOS los agentes que intervienen en el sistema educativo” (vaya responsabilidad, ¿no?), además de “adecuar el proceso de enseñanza-aprendizaje a las circunstancias que se produzcan a lo largo del curso”, paliando la llamada brecha digital. ¿En serio van a dejar a cada centro que lo haga como pueda-quiera?, incluso especifican que hay que procurar paliar la brecha digital. ¡Esto sí que es lanzar balones fuera!, ¿los encargados de procurar dispositivos digitales o conexión a Internet serán los centros educativos?.

Empiezan a no gustarme nada estas instrucciones, pero bueno, vamos a seguir leyendo a ver si consiguen mantener el principio de no aumentar la burocracia. He recopilado una serie de  instrucciones en las que se puede ver en que queda eso de no incrementar las cargas administrativas y la burocracia:
  • Programaciones didácticas que contemplen el marco tanto de docencia presencial como de docencia no presencial.
  • Cumplimentación en Séneca del Plan de Actuación Digital, que comprenderá: organización y gestión del centro, información y comunicación, y procesos de enseñanza-aprendizaje. Esto es la digitalización integral de los centros educativos y especialmente interesante me parece la digitalización de los procesos de enseñanza-aprendizaje en los centros actuales en los que hay graves carencias en equipamiento digital (en el mío, centro TIC y #Prodig, aunque existe un aula de informática, está completamente inservible, dos carros con portátiles de los que, con suerte se puede usar tres, etc, etc.).
  • La Jefatura de Estudios de los centros establecerá un calendario de reuniones de los diferentes órganos de coordinación docente que se iniciará en los primeros días de septiembre, así los equipos docentes de los diferentes grupos se reunirán al menos quincenálmente en el primer trimestre del curso 2020/2021, para poder realizar un seguimiento exhaustivo del alumnado.
  • Plan de actividades de refuerzo de las materias instrumentales (matemáticas, lengua y primera lengua extranjera) tareas globalizadoras-prácticas-motivadoras siguiendo un diseño DUA.
  • Plan de actividades de profundización. Para el alumnado que no necesite el Plan de refuerzo.
Como podréis suponer, pienso que no han logrado lo que se proponían. Pero bueno, es una opinión personal.

Además de todo este trabajo y papeleo, habrá que hacer otra serie de cosas:
  • Organización y planificación de una transición factible a la enseñanza no presencial. Lo dicho, se deja a cada centro que lo haga como le dé la gana. El Centro organizará totalmente la actividad no presencial, imponiendo unos recursos digitales unificados para la teledocencia, aportando medios para evitar la brecha digital (lo que requiere detección y solución); además “el centro ha de disponer de dos marcos de organización horaria adecuados”: presencial y a distancia (ya se está diciendo que hay que tener un horario distinto si se da la enseñanza no presencial).
Más cositas. A esta parte la he llamado la de los Poyaques. Qué mejor momento que éste para hacer todo aquello que se tenía en mente y que no se sabía como meter.
  • Digitalización integral de los centros educativos. Con las actuales carencias que tienen los centros, sobre todo en recursos económicos y en equipamiento digital (por lo menos el mío). No puedo dejar de acordarme aquí de Hal, el ordenador de abordo de la nave espacial de 2001, ¿sabías que su nombre se creó utilizando las letras inmediatamente anteriores a las de IBM? (perdonadme la disgresión, pero soy informático).
  • Uso de ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) y metodologías activas que el ETCP (Equipo Técnico de Coordinación Pedagógica) coordinará una puesta en práctica de tipo interdisciplinar, lúdica, abierta, creativa y que fomente la colaboración con el entorno y las familias (casi ná). Se me olvidaba, también se habla del diseño de tareas tipo DUA (Diseño Universal para el Aprendizaje). Estas metodologías necesitan de un esfuerzo extra del profesorado tanto en formación como en la creación de recursos (otro día hablamos de la formación a los docentes).
Bueno, algo positivo y que significa que la Consejería se va a gastar dinero (Ah, no, que ya le daban un dinerito desde el Ministerio) es que pondrán un profesor de apoyo en las instrumentales. Así que parece que habrá dos profesores en las clases de matemáticas y lengua (en ESO puede llegar a haber 33 niñxs + 2 profesores = 35 personas por clase).

En definitiva, como siempre.

Seguramente esteré terriblemente equivocado en mis conclusiones y comentarios, ¿no crees?


Comentarios

  1. Lo de utilizar la “autonomía” de los centros educativos, yo lo veo como una forma de escurrir el bulto, si hay brotes que pueden conllevar hasta muertes, en la comunidad educativa o en el entorno cercano, la responsabilidad no se le podrá exigir a la Consejería de Educación sino al centro y a los responsables de haber tomado esas decisiones, cuidado porque pueden ir por lo penal.
    La burocracia sería el mal menor.

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  2. Hola Miguel, lo he leído atentamente y si te digo la verdad, casi me alegro que hayan descargado toda la responsabilidad en los centros, concretamente en los equipos directivos, en el profesorado y personal no docente, no sabemos que caos habría pasado, sí la administración hubiera dado las distintas órdenes a seguir, no crees?, enhorabuena a toda la comunidad educativa del I.E.S el Temple, por lo requetebién que lo estáis haciendo. Un abrazo

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  3. Se me ha olvidado decir, soy Pilar 👍👍👍👍👍

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    1. Un abrazo Pilar (acabo de ver tu comentario. Más vale tarde que nunca)

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