Carne con pimientos


Cubre el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra y ponla a fuego medio. Mientras se calienta el aceite, ve apañando los pimientos.
Yo uso pimientos verdes de freir, o italianos, a los que les quito el cabo; para ello hundo con los dedos el culo (parte del pimiento donde está el cabo) del pimiento dentro del propio pimiento, y así tiro hacia fuera, y se quita fácil el cabo, y suele salir la mayoría de las pepitas. Le doy unos golpecitos a la punta del pimiento, para que salgan las pepitas que se hayan quedado sueltas. A continuación, los pongo debajo del grifo, para lavar la parte exterior del pimiento, y por último los corto en tiras, retirando cualquier hebra con pepitas que me encuentre.
Una vez tengamos listos los pimientos, los metemos en la sartén, con un poquito de sal. Dejamos a fuego medio y tapado, para aprovechar la humedad que desprende el pimiento para que no se quemen.
Mientras se están haciendo los pimientos, arreglamos la carne de cerdo. Debe ser una carne que quede jugosa, así que debe tener algo de grasita. No se te ocurra usar lomo (todo es posible, con el cuidado apropiado). A mí me gusta usar la parte del cabezal del lomo, que troceo.
Cuando estén los pimientos, subo el fuego (medio-alto) e incorporo la carne, con frecuentes movimientos, para que se hagan los trozos por todas sus caras. En cuanto los trozos de carne tengan un color de hecho por todas sus caras, se puede retirar del fuego.
Me gusta hacer la carne a fuego alto, y poco tiempo para que no se cueza, sino que quede jugosa.
Listo, no se te olvide mojar pan en el caldillo.

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