Oporto - Portugal
Esta entrada es un resumen de nuestro viaje a Oporto, en Portugal, sin ninguna pretensión de nada, simplemente exponer un resumen de nuestra experiencia y vivencias en aquel viaje, aunque sí que espero que lo que cuento pueda servirle a un futuro viajero.
Teníamos muchas ganas de visitar Oporto, o como le llaman los portugueses: Porto, y nuestra intención era quedarnos en la ciudad, pero los precios de los hoteles eran elevados, y ya había poca oferta, así que optamos por alquilar un piso en Viana do Castelo, que es la capital del municipio y del distrito que lleva el mismo nombre, y que pertenece a la Región Norte de Portugal. Esta ciudad se encuentra a unos 70 km de Porto, y está muy cerca de la playa.
La ida.
Empezamos camino desde Isla Cristina, en Huelva, y según San Google, queríamos hacer el trayecto en seis horas, parando por el camino para comer. La entrada en la Autovía del Algarve (Via do Infante, A-22) fue un poco accidentada, ya que en esta vía, nuestro país vecino tuvo a bien poner un sistema de peaje electrónico, en el que hay unas especies de arcos instalados en la carretera que recogen tu matrícula y debes pagar por el trayecto. Bien, pues en la antigua Aduanas, justo donde acaba el puente internacional sobre el Guadiana, que separa España de Portugal, hay unos puestos donde se introduce la tarjeta de crédito y te irán descontando, pero el sistema no admitía ni mi tarjeta, ni la de mi mujer, así que, según indicaciones de los operarios, nos paramos en la siguiente gasolinera para comprar unas tarjetas por el importe del viaje, pero según el dependiente, no quedaban tarjetas en todo el Algarve, por lo que nos dio una dirección de Internet (https://paytolls.vialivre.pt/PortalWeb/) a la que acceder e ir pagando los distintos importes, cosa que intenté, pero el sistema sólo dejaba buscar las matrículas a partir de tres días de antiguedad.Con esa deuda pendiente seguimos camino, y terminamos parando para comer en el área de servicio de Leiria, realmente mala, de verdad, y nos cobraron 10 euros por pollo asado y arroz. Eso por no hablar de lo que pagamos en peajes, en las autopistas de peaje normal, cerca de 50 eurazos.
Una vez en España, aboné el telepeaje que ascendió a unos 47 euros.
Viana do Castelo
El piso estaba muy bien, y tenía Wifi, algo que es muy de valorar cuando estás en otro país, para usar lo mínimo posible la itinerancia de datos.Salimos un rato a ver la ciudad, paseamos un rato por el antiguo puerto, y acabamos en un centro comercial muy chulo que está en la estación de tren, y un lado del andén era antiguo y pertenecía a la antigua estación, y el otro lado del andén era moderno y pertenecía al centro comercial.
Ese día lo dejamos ya, pensando en que echaríamos otro vistazo a la ciudad, ya que había cosas que ver, pero al final no volvimos a salir allí.
Oporto
Para llegar a Porto, hay que pasar por unos peajes iguales a los del Algarve, así que vamos aumentando la deuda. Habíamos pensado en llegar al estadio de fútbol del FC Porto (para cumplir con algún sobrino que es fan de Casillas), dejar el coche allí, que hay sitio, y coger el metro para desplazarnos por Oporto.Todo bien, además, en el estadio do Dragao hay planos de oporto y del metro.
Quiero hacer una disgresión para hablar de los portugueses. He mirado algunos blogs y cada uno, como es lógico, cuenta la película a su manera, pero mi impresión es que los portugueses son unas personas realmente amables que intentan ayudarte en lo posible. Le pregunté, en la entrada del metro, a una mujer que sólo hablaba portugués, que cómo iba la máquina expendedora, y desde sacar los bonos en la máquina, hasta dejarme prácticamente en la parada de transbordo al centro, no se quedó tranquila. Quizás los españoles vamos más a lo nuestro, y hacemos las cosas rápido, mientras que los portugueses, en general, si les pides ayuda, se aseguran de haberte ayudado. A cualquier persona que le preguntes por la calle, igual. La lengua no suele ser problema en Portugal, ellos entienden mejor el español que nosotros el portugués, pero cuidado en las indicaciones, cuando te dicen "direita" no es "todo de frente", sino "derecha". He vivido muchos años en Isla Cristina, y he visitado muchas veces el Algarve, y mi impresión de los portugueses no ha cambiado al conocer a los del norte.
Lo mejor es llegar hasta el centro en metro, que te puede dejar antes del puente de Dom Luiz I, o después (Vila Nova de Gaia), según nos convenga.

lado del centro (Porto) hay una especie de máquina que salva el desnivel, una especie de funicular que va por el suelo, por via férrea. En el otro lado del puente (Vila Nova de Gaia) hay, también, un teleférico que te baja justo a la altura de la oficina de turismo.
famoso, y se debe a
Por cierto, en la oficina de turismo (yo visité la del Centro) te venden visitas a las bodegas, crucero por el Duero (Douro en portugués), etc., pero creo que es mejor ir, mirar y comparar, mi experiencia es que no van a sacarte el dinero, ni a engañarte.

guiada por sus instalaciones, con explicación en español, y terminando con una degustación de dos de sus caldos, un oporto blanco denominado lágrima, y el típico tawny.

La comida. Ten cuidado, porque la cantidad de comida que te sirven en portugal es enorme, normalmente un plato es para compartir, así que si no quieres salir rodando en vez de andando, no pidas un plato por persona. En el Algarve te ponen los entrantes (quesitos, mantequilla, panecillos, paté de sardinas, etc.) y si te los comes, los pagas, si no, te los retiran y no te los cobran. Aquí, en el norte, también hay entrantes, pero no te los ponen a no ser que los pidas. Un plato típico de Oporto son las Francesinhas, que es una especie de sandwich con distintas capas de carne. La verdad es que ni lo probamos, porque nos apetecía mas el bacalao que es típico de Portugal. Me causó una gratísima impresión el Restaurante Bibóporto, en la Rua José Falcao de Oporto; muy buena cocina, muy buena presentación, un lugar agradable y buen trato del amigo Carlos. ¡Qué bueno el vinho verde de la casa, fresquito y recién tirado!.
Un restaurante en el que casi tenemos que salir en camilla fue el Restaurante Santo André, en la calle (Rua) del mismo nombre, en Braga. En este restaurante no esperéis lujos, es lo que podríamos llamar, aquí en España, un restaurante de barrio, económico, donde van a comer los obreros antes de volver al trabajo. Casi salimos malos de este restaurante por la cantidad de comida que ingerimos, ya que después de tragarnos sus copiosos platos, vimos sus postres, y no pudimos resistirnos. A los que pedimos tarta de galleta nos sirvieron una cuña enorme.
También había abundantes y ricos platos en el Restaurante Chafariz, en la Praça Conselheiro Silva Torres de Caminha.


Braga
Un día decidimos ir a Braga, y empezamos desplazándonos hasta el Santuario do Bom Jesus do Monte, que es un impresionante lugar de peregrinaje, en los alrededores de Braga. Para llegar a lo alto de la colina puedes utilizar sus escaleras barrocas, pero mejor que esa vía la uses al bajar su desnivel de 116 metros. Para subir, puedes utilizar una especie de trenecito sobre railes. Una vez llegas arriba, vas a ver un precioso entorno muy bien cuidado. Incluso hay un pequeño estanque en el que puedes remar en un bote.
Braga, también conocida como la ciudad de los arzobispos, es la tercera ciudad mas poblada de Portugal, por detrás de Lisboa y Oporto. Es impresionante la Plaza de la República y su entorno. Piérdete por sus calles.
Guimarães
Nada más llegar, en la calle donde aparcamos, nos encontramos una tienda que nos llamo poderosísimamente la atención. La tienda se llamaba Chocolatitos, y era de un artesano chocolatero. Siento no haber sacado una foto mejor, en la que se viera su escaparate, pero por lo menos queda la muestra. Por cierto, el hombre que regentaba la tienda hablaba español perfectamente. Decía que había estado trabajando en Barcelona.
Qué os voy a decir de Guimarães, otra ciudad portuguesa de las que nos transportan al medievo, con sus calles y construcciones de piedra. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esta ciudad tiene gran relevancia en la historia de Portugal, ya que como dice en su propia muralla "Aqui nasceu Portugal".
En las fotos puedes ver, sobre todo, la plaza de Oliveira, donde está la Iglesia de Nuestra señora de Oliveira (siglo XII) y el antiguo Ayuntamiento.
Islas Cíes
Ya que estábamos a una hora de Vigo, en la preparación del viaje habíamos decidido ir a las Islas Cíes, así que compramos los pasajes del barco anticipadamente por Internet. Está limitado el número de visitantes diarios, así que esa fue una de las razones que nos llevaron a anticipar la compra del pasaje. Nosotros decidimos estar todo el día en las islas, así que el barco (con un buen meneo), nos llevó a la Playa de Rodas, la cual fue declarada la mejor playa del mundo por el diario británico "The Guardian", y no es para menos, unos arenales blanquísimos, un agua cristalina (y bien fría). Se respira naturaleza a cada paso, y hay unas vistas realmente bonitas.Al pasar todo el día allí (nos llevamos las sombrillas, comida, etc.) nos dio tiempo a disfrutar de la playa, reponer fuerzas y dar una vuelta a la isla.

Es una pequeña freguesia (pedanía) costera de Viana do Castelo, con la que empezamos el recorrido del último día, que nos llevaría hasta la Foz do miño.
A la izquieerda podéis ver su iglesia
Ancora
Ancora es otra freguesia (pedanía), pero esta vez de Caminha. En Ancora está el monte de El Calvario, desde donde se pueden ver unas vistas impresionantes de la playa de Ancora, con la desembocadura del río Ancora. En este monte está la Capilla de S. Salvandor del Mundo.
La playa de Ancora es otra pedanía llamada Vila praia de Ancora, con un entorno natural muy bello. En la foto podéis ver la desembocadura del río Ancora desde un puente que permite acceder a la playa.
Caminha
En tu paseo por Caminha es imperdonable no pasar por la plaza del Consejero Silva Torres, en la que se encuentra la torre del reloj y la fuente (chafariz), además de varios y buenos restaurantes (nosotros comimos en el Restaurante Chafariz, como ya comenté en la parte dedicada a la comida).
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Hay un transbordador que cruza el río Miño, atravesando la frontera con España, y comunica Caminha con la localidad gallega de La Guardia (A Guarda).
En Caminha podemos visitar la desembocadura del miño (Foz do Minho), un hermoso paraje natural, desde el que se ve el islote fortaleza de A Ínsua, en él se encuentra, además, un convento.

Es hora de volver a Granada. Como el viaje es largo, pasaremos noche en Toledo, así que ponemos nuestro destino en el navegador y éste nos guía hacia el norte, por carreterillas estrechas de montaña, atravesando pueblecitos, uno tras otro ... ¿habremos introducido mal el destino en el navegador?. Nos paramos, y ponemos el navegador del móvil, que nos dice que la ruta es correcta, así seguimos hasta ¿Galícia?. En fín, supongo que, como estaba puesta la opción de que fuera por la ruta más corta, nos mandaría por ahí.
Despues de un buen viajecito, llegamos a Toledo. la Ciudad Imperial, llamada así por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I, o también llamada la ciudad de las tres culturas, ya que en ella convivierón cristianos, judios y musulmanes. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO, en 1986, tiene una amplísima oferta de monumentos, y merece, por meritos propios, un viaje para conocerla, pero nosotros sólo estuvimos una tarde.
De todas formas, no nos quedamos a descansar en la habitación del hotel, sino que fuimos a dar un largo paseo.
Nosotros nos hospedamos en los Apartamentos Turísticos Los Reyes. El piso en el que nos quedamos tenía dos habitaciones, baño, cocina y salón. En la siguiente imagen panorámica podéis echar un vistazo.

Durante nuestro paseo por Toledo, entre otras cosas, fuimos a la plaza de Zocodover, dónde comimos unos macarons franceses del obrador de mazapán de Santo Tomé, a cada paso que dábamos veíamos un nuevo e impresionante monumento, especialmente bonitos con iluminación. Ahí os dejo alguna foto, de las muchas cosas que vimos, en concreto, del ayuntamiento y de la Santa iglesia Catedral.
Cosas para tener cuidado.
En un viaje por el extranjero, os aconsejo tener cuidado con:
-- El pago con tarjetas, ya que no todas valen en todos sitios, y cuando llegas a España te pasan una comisión por cada vez que has usado las tarjetas.
-- Supongo que cuando esteis leyendo esta entrada, ya estará mejor el tema del Roaming, pero utilizar el móvil español en el extranjero es caro, y mira que nosotros habíamos contratado un bono que se suponía que tenía una serie de minutos para llamar y una cantidad de megas, pero nada, al final nos clavaron.
Julio de 2016
Revisado 21-1-2017
Revisado 21-1-2017
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