Berenjenas rellenas


Este plato es un poco mas elaborado que los que suelo colgar, y necesita de tiempo, pero merece la pena el resultado.
Empezamos poniendo el horno a 180 ºC, con la resistencia inferior, mientras arreglamos las berenjenas. Les cortamos la punta y el cabo, y las lavamos bien, ya que a mí, por lo menos, me gusta comerme toda la berenjena, piel incluida. Las cortamos longitudinalmente en dos partes iguales, y en la parte redonda que apoyará en el plato, realizaremos un corte para mejorar la estabilidad. Así debe quedar, más o menos esto:

Seguidamente, cortamos su carne llevando el cuchillo por todo su borde. A continuación, con el cuchillo hacemos lineas que crucen la carne de cada berenjena, para que resulte fácil sacar toda su carne después. Por último, echamos sal y un chorreoncito de aceite de olive virgen extra a cada una.

Introducimos la bandeja en el horno precalentado, en la posición de abajo, y lo dejamos a 180 ºC hasta que estén bien tiernas las berenjenas. Mientras se hacen, vamos haciendo el resto del relleno, así que calentamos a fuego medio una sartén a la que hemos echado aceite de oliven virgen extra, y añadimos una cebolla, con su sal correspondiente. Cuando esté prácticamente hecha la cebolla, añadimos carne picada (ternera, cerdo o mixta, según tu gusto) con su poquito de sal.
Cuando la carne picada esté doradita, seguro que la berenjena del horno está lista, así que, apagamos el horno y sacamos la carne de cada berenjena, añadiéndola al sofrito y agregando daditos de jamón serrano y un chorreon de tomate frito. Dejamos unos minutos para que los sabores se mezclen, y ya podemos rellenar las berenjenas con esta mezcla.

A continuación, hacemos la bechamel para echar sobre cada berenjena. Para ello, echamos en el fondo de un cazo, aceite de oliva, y calentamos a fuego medio, añadiendo después un poco de leche y sal. Mientras se calienta la leche, mezclamos, en un vaso, medio vaso de harina con un poco de leche, hasta que se disuelva la harina y quede sin grumos. Cuando esté templada la leche del cazo, vamos incorporando la mezcla del vaso y removiendo con una varilla, para que no salgan grumos, ni se queme por abajo.
A fuego medio, vamos mezclando con la varilla, y echando la mezcla del vaso, e incorporaremos un poco de pimienta y un poco de nuez moscada. Habrá que ir añadiendo leche cuando sea absorbida por la harina. Hay que ser cuidadoso y paciente.
Cuando esté hecha la bechamel, cubrimos las berenjenas con una capa de ella, y lo único que queda es gratinar, así que ponemos la bandeja en la parte superior del horno, encendemos la resistencia superior a máxima temperatura y esperamos, con cuidado de que no se queme.


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