Coquinas al ajillo


La coquina es un molusco bivalvo parecido a la almeja, pero no son almejas, y están más sabrosas y más tiernas. Sus conchas son más alargadas que las de las almejas, y por dentro, su cáscara tiene una tonalidad morada.
Este plato es superfácil, y de "toma pan y moja", nunca mejor dicho.
Empezamos cubriendo de aceite de oliva virgen extra, el fondo de una sartén o cazuela ancha, que disponga de tapadera. Ponemos el aceite a fuego medio, y echamos tres o cuatro dientes de ajo aplastados, es decir, ponemos el diente de ajo sobre la tabla de cortar y, con la ayuda de un cuchillo de hoja ancha, aplastamos el diente de ajo (con un golpe sobre el cuchillo, o dejándonos caer).

Para que el aceite coja  mejor el saborcillo a ajo, podemos restregar un poco el ajo aplastado en el fondo de la sartén.
Cuando el ajo esté con colorcillo, echamos las coquinas bien lavadas y escurridas, subimos el fuego (medio-alto) y tapamos. Podemos echar un poco de sal.
Cuando las coquinas empiecen a abrirse, incorporamos un chorreoncito del vino blanco de nuestra preferencia. A mí me gusta utilizar vino de la tierra de Cádiz para estos menesteres, como una manzanilla buena.
Contra mejor sean los ingredientes (el aceite y el vino), mejor será la salsita. Es mejor no pasarse con el vino, solo es un chorreoncito, para que coja saborcillo, aunque para gusto los colores.
No tapes la sartén, deja que se evapore el contenido alcohólico del vino y que se terminen de abrir las coquinas, y ya está. Retíralas inmediatamente del fuego, y sírvelas.
No te olvides de tomar pan y mojar.
Si tienes una fuente de barro, úsala, no hagas como yo ;oD

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