Arroz con carne


















Cubrimos el fondo de la olla express con aceite de oliva virgen extra, y lo ponemos a fuego medio. Pelamos y cortamos una zanahoria en trozos finos y la incorporamos al aceite caliente. Mientras se va haciendo la zanahoria, vamos pelando y cortando una cebolla en trozos finos, y la echamos a la olla, con un poco de sal. También incorporamos un puñado de guisantes (valen congelados), lo dejamos a fuego medio y tapado (sin apretar la tapa de la olla express). Cuando se hayan rehogados los ingredientes, incorporaremos la carne troceada de ternera, salpimentándola al gusto.
Sobre la carne, podéis dejaros aconsejar por vuestro carnicero, explicadle que la queréis para guisar. Generalmente, yo compro carne jugosa y sin mucha grasa, como la del "lomo de aguja", la "tapa" y la cadera (ver piezas de ternera en cocina).
Hay que sellar los trocitos de ternera, así que le daremos vueltas hasta que todas las caras de esos trocitos tengan el colorcito típico de la carne de ternera hecha. Cuando esté sellada la carne, añadimos una lata pequeña de tomate triturado, con un poco de sal, y un buen chorro de vino tinto, dejamos unos minutos e incorporamos sal y agua, hasta dos dedos por encima de los ingredientes (como puedes ver en la foto, a mi me gusta el arroz sequito), y cerramos la olla para que coja presión (poniendo la pesa, claro). A partir de que empiece a girar la pesa, lo dejamos a fuego medio o medio-alto unos cuarenta minutos.
Si tienes dudas de si se está quemando la comida puedes:
- Retirar del fuego y abrir la olla express para comprobarlo.
- Sobre el fuego, agitar la olla express para comprobar que tenga caldo.
Para que la carne de ternera no se ponga dura y te salga jugosa debes hacerla sin prisas, a fuego lento y dándole el tiempo que necesite.
Cuando esté la carne, destapas la olla, y con el caldo hirviendo incorporas el arroz, que harás a fuego medio o medio-bajo, teniendo cuidado de ir añadiendo agua, si lo va necesitando el arroz. Si quieres que te salga sequito, como a mí, debes estar pendiente, ir añadiendo agua a poquitos, y removiendo para comprobar que no se pegue el arroz.
En cuanto el grano de arroz (uso arroz redondo) pierda el color blanco del centro, ya está bien. A mí me gusta que el arroz no se pase, y lo prefiero un pelín duro, antes que un pelín pasado, así que lo voy probando, y cuando esté casi bien (todavía un pelín duro), lo aparto del fuego y lo dejo reposar.

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