Viaje a Londres

Con esta entrada pretendo que quede en la red un recuerdo de nuestro viaje a Londres, en el verano de 2018, y ayudar a un posible turista.

¿Vas a visitar Londres?, pues que sepas que vas a ganar una hora, ya que su horario es una hora menos que en nuestra península. Sí, como en Canarias, así que ya has ganado una hora (que perderás a la vuelta, claro).

Voy a empezar hablando de la moneda. Como ya sabéis, el Reino Unido nunca entró en el Euro, así que hay que comprar libras. Es posible hacer el cambio allí, en el mismo aeropuerto, pero en todos los blogs recomiendan que se haga en España, ya que el cambio es más ventajoso aquí (Yo lo hice en España y no miré si había mucha diferencia allí). Hice un pequeño calculo del dinero que iba a necesitar (comidas, transporte, etc) y compre divisa suficiente (me sobró). Todas las operaciones de compra/venta de divisas, además del tipo de cambio que aplique tu banco (que será ventajoso para él, claro), también llevan aparejadas una comisión.
Durante el viaje, también compré cosas con la tarjeta de crédito (BBVA Visa débito), aunque no me fiaba mucho, ya que en otros viajes internacionales me ha pasado que cuando pasa un tiempo me llegaron una serie de recargos (veremos a ver que pasa).
Ten presente que a la vuelta puedes volver a cambiar a Euros las libras sobrantes (con otra comisión de tu querido banco, claro), pero las monedas no te las van a cambiar, así que fúndetelas el último día.

En Londres fomentan las compras por Internet, así que si quieres comprar las entradas de las atracciones más conocidas, no se te ocurra ir a la ventanilla, porque se sangrarán de mala manera. La diferencia entre comprar en la taquilla o por Internet puede llegar al 50% del valor. Puedes ver atracciones y precios en DiscountLondon, por ejemplo. Normalmente, debes imprimir la hoja con los datos de la reserva para presentarla en la primera de las atracciones, así que puedes planificarlo tranquilamente en España antes de ir, o hacerlo sobre la marcha, en Londres, y que te impriman el justificante desde tu hotel. De todas formas, te recomiendo que visites este post del blog tuescapada, que está genial.

Otra de las dudas más usuales es si vas a poder usar tus aparatos eléctricos allí. Bueno, el voltaje en UK es adecuado para tus aparatos españoles, pero los enchufes no, por lo que hay que hacerse de unas clavijas adaptadoras. Sus enchufes tienen tres agujeros, pero el que está a una altura diferente de los otros dos sólo sirve para "abrir" los dos agujeros que tienen corriente. También se puede hacer un pequeño truco para usar una clavija española en un enchufe inglés. Este vídeo lo he hecho yo, así que, como puedes ver, lo he probado y funciona perfectamente.






Londres es una ciudad muy grande y las distancias son mayores de lo que parece en los planos. Menos mal que está excelentemente comunicada con sus típicos autobuses rojos de dos pisos y con su metro (Underground). Para desplazarte por metro o por autobús debes comprar una oyster card (enlace oficial y este otro), en cualquiera de las máquinas de la estación (se pueden poner en español), y se puede pagar con tarjeta o en efectivo. Creo que cobraban unas 5 libras de fianza y después la recargas con el dinero que quieras (Oyster Pay As You Go) . El último día la anulas y te devuelven (refund) tanto lo que quede en la tarjeta como la fianza.
Se necesita una tarjeta por cada viajero (no se puede compartir), pero los niños menores de 11 años no pagan, por lo que no necesitan tarjeta; nosotros pasábamos por unas barreras para familias y personas con movilidad reducida. Los niños entre 11 y 15 años necesitan tarjeta y pagan la mitad. Nosotros compramos la tarjeta normal y un operario (siempre hay alguno) nos la convirtió en "tarjeta infantil".

No olvides que en el autobús sólo la tienes que pasar a la entrada, mientras que en el metro hay que pasarla a la entrada y la salida, ya que si no no puede calcular el coste y te pondrán una multa. De todas formas, no es posible salir sin pasarla, a no ser que te saltes la barrera. El límite máximo diario (daily cap) era de 6,60 libras; es decir, que por mucho que viajes en un día, sólo te van a cobrar 6,60 pounds.

Nosotros utilizábamos a San Google Maps para que nos dijera como llegar a los sitios, y él nos decía si en autobús o en metro, pero en cuanto vimos que los trayectos en bus son largos y lentos, especialmente los que atraviesan el centro de la ciudad, debido al tráfico, nos decantamos por hacer todos nuestros desplazamientos en metro, que es lo más rápido y fácil.





Es muy sencillo. Como puedes ver en la pantalla de mi móvil, Google te dice cual es la estación origen (Oxford Circus), qué linea utilizar (Bakerloo - Linea marrón), y cuantas paradas y cuanto tiempo tardarás en llegar a la parada destino (Charing Cross). Hay una locución en el propio metro que te va informando de cual es la siguiente parada. También hay una pequeña pantalla en los vehículos de algunas lineas..












Cuando vayas a coger el metro, es importante que te fijes bien en el andén al que tienes que ir, fijándonos que nuestro destino se encuentre en la señalización, para coger el metro en el sentido correcto.
El metro es un medio de transporte maravilloso, que te lleva de forma rápida a cualquier sitio. Alguna de las estaciones y andenes están decorados.


Se me ha quedado grabado en la cabeza "Mind the gap between the train and the platform", una de las consignas que decía la grabación que informa de la próxima parada.



Hablemos ahora sobre la comida. Creo que la opción que escogimos era la más adecuada para este viaje. Consistía en hacer el desayuno en el hotel, la comida la hacíamos donde estuviéramos, y la cena intentábamos estar cerca del hotel. Nosotros estábamos en el Pembridge Palace Hotel, en mi humilde opinión, un nombre demasiado pretencioso para este establecimiento, pero nuestra habitación tenía cinco camas completas. Era una habitación alta divida en altura (3 camas y el baño abajo y dos camas arriba). Lo bueno es que a menos de cinco minutos andando estaba Hyde Park y, sobre todo, Queensway street, que tiene dos estaciones de metro (Queensway y Bayswater), y multitud de tiendas y restaurantes muy asequibles.
Yo no considero que fuera muy caro Londres. Sólo hay que tener cuidado en donde compras. Una botella de agua de 2 litros me costó 30 peniques en el Lidl, en una gasolinera 60 peniques, y en un seven eleven 1 libra. Pero si entras en una tienda de turistas te pueden sangrar por una botella de un quinto o de un tercio.





Para comer, lo hicimos en mercadillos típicos, en la cadena Pret a Manger, o algún sandwich o bocadillo y nos camuflábamos entre la gran cantidad de londinenses que se toman un sandwich sentados en el césped o bancos de sus múltiples parques, aunque su césped está deteriorado por la ola de calor que ha sufrido UK durante este año 2018 (ver noticia en 20minutos).












Algunos bocadillos, como podéis ver, eran dignos de mostrar. Con este bocadillo de "salchicha" y "huevo" no nos atrevimos.













Yo suelo tomar Coca-Cola 0-0, pero allí no la encontré (Coca-Cola 0 sí). Si que tomamos otros refrescos como Mirinda de Naranja (que recordaremos aquellos con algunos añitos) o Coca-Cola de vainilla o cereza, y Fanta de varios sabores.






El día que visitamos Chinatown, como es lógico, cenamos en un Chino, y probamos el pato, que allí los tenían todos los restaurantes, colgando en sus escaparates, no sé si laqueados o simplemente escaldados y bien rojos.




El resto de días cenábamos en Queensway street. Nos gustó un Halal que también ponía Fish & Chips, que como veis consistía en un lomo entero de pescadilla rebozado en tempura y frito, con patatas fritas.




Otro día entramos en un Italiano, y otro en un Indú.



☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️☺️

A partir de aquí, empiezo con los lugares. En primer lugar, destacar que es impresionante la cantidad de turistas que había en Londres. Si mirabas el cielo, llegaba un avión detrás de otro, y en los sitios populares se notaba.

Nuestro hotel estaba al lado de Hyde Park, que dicen que es el parque más grande del centro de Londres.














Unido a Hyde Park se encuentra Kensington Gardens, en el que hay un jardín en memoria de Diana de Gales.






Seguimos con la residencia oficial de la reina, en Londres, Buckingham palace, donde se puede ver el cambio de guardia.



Es impresionante Picadilly Circus y Regent Street. Esta última es una calle comercial, circular.




Uno de los comercios que encontramos en Regent es Hamleys una inmensa juguetería, con siete plantas. "Imperdible" si vas con niños.





Otro enclave típico es el Parlamento del Reino Unido, el palacio de Westminster, y junto a él, la torre del Big Ben, que es la gran campana de un reloj de cuatro caras que dicen que es el más grande del mundo. Cuando fuimos estaba en restauración, y mostraba únicamente uno de sus relojes, el que daba al río.

Cruzando el río te puedes montar en el London Eye. Una especie de noria gigante que tarda media hora en dar una vuelta completa. Las cabinas son como una especie de habitación con paredes de cristal y nos muestra vistas impresionantes.




Aquí puedes ver una esquina de London Tower (la torre de Londres), una fortaleza del siglo X que fue usada como prisión. A continuación, el Tower Bridge (el puente de la torre, a la que debe su nombre).


Camino de Chinatown nos encontramos con una impresionante tienda de M&M's (cara y con cuatro pisos) y su merchandising,, y otra de Lego, de dos pisos.





El sábado hay que dejarlo para visitar los mercadillos.


Nosotros empezamos la mañana en Portobello Market, un mercadillo de comida y antigüedades en el que actúan algunos cantantes. Estaba muy buena la piña recién picada, y yo me llevé un enorme burrito mejicano que caería a la hora de la comida.












Después de algún despiste, en el que nos ayudó una simpática londinense de origén ecuatoriano y su pareja, justo para la hora de comer llegamos a Borough market, donde hay montones de puestecillos callejeros de comida, de todo tipo (indú, árabe, italiano, etc.). Fijaos en el tamaño del perrito (con cebolla caramelizada) de Miguel Jr.



Continuamos nuestro recorrido de mercadillos por Camden Market, donde pudimos ver a gente muy peculiar (típicos punkies) y la decoración de las fachadas, aspirar olores "raros" y comprar alguna prenda de ropa con la que poner a prueba el espacio de nuestras pequeñas maletas de cabina.





Y el último mercadillo del día sería el de Carnaby Street, junto a Regent Street. En realidad no es un mercadillo, ni una sóla calle, es un conjunto de calles peatonales repleta de tiendas y bares. La fama de esta zona le viene de la música de la década de los 60, donde había tiendas de ropa atrevida a la que acudían los artistas más sonados de la época, y que se reunían en sus bares.














Un paseo por Trafalgar Square, la plaza donde se encuentra la National Gallery, construida para conmemorar la victoria naval británica sobre españoles y franceses, allí por Caños de Meca, en el cabo de Trafalgar. En ella podemos encontrar la Columna de Nelson, coronada por una estatua del Almirante Nelson, y escoltada por cuatro imponentes leones de bronce. El Almirante Nelson murió durante la batalla de Trafalgar, y existe una reproducción de esta columna en la ciudad argentina de La Plata, aunque no esta coronada por Nelson.



Llega el turno ahora de una de las atracciones características de Londres, el Museo de Cera de Madame Tussauds. Ya teníamos las entradas, para las 9.30 de la mañana, y cual no sería nuestra sorpresa cuando, después de llegar apurados de tiempo, tenemos que guardar cola para entrar, bajo la lluvia, y con listos que se colaban. Cuando conseguimos entrar, estábamos hacinados y empezamos a ver muñequitos, cuyo parecido estaba más acertado en unos casos que en otros, y empezaba a pensar que no había valido la pena esta visita, pero sí que la valió, los críos estaban disfrutando y hubo varias atracciones muy buenas: Una especie de taxi que recorría la historia de la ciudad y una pequeña película sobre los Vengadores de Marvel, en 4D.








A la salida del museo de cera, aprovechando que está justo al lado de Baker Street, visitamos el número 221 de esa calle, ya que de joven he sido aficionado a los libros de Sherlock Holmes, el detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, pero no llegué a entrar en el museo/tienda que estaba al lado.













No me puedo resistir a dejaros una cancioncilla ...


Voy a empezar a hablaros de los Museos de Londres. Empezamos por el Museo de Historia Natural (Natural History Museum). La entrada es gratis y te animan a que hagas una pequeña donación, además de que tiene tienda (carilla) con su merchandising. Fuimos en domingo, después de comer, y había una cola impresionante que daba una vuelta, pero que eso no te amedrente, porque la cola iba rápido, y el interior merece la pena. Es realmente digno de ver, nosotros no lo vimos entero, ni mucho menos, nos fuimos directamente a las zonas que más nos interesaba, pero merece, de verdad, un recorrido tranquilo por sus salas, admirando su contenido.


Roca sobre la que se ha deslizado un glaciar

Dos fragmentos de rocas sedimentarias





El Museo de Ciencias (Science Museum) se encuentra en al lado del museo de historia natural. Tiene mucha menos demanda y también es gratis (te animan a una pequeña donación). Algo que me impactó fue que tienen la Hoja de Cálculo 123, en discos de 5 y cuarto pulgadas. ¡¡Soy un auténtico fósil!!



El Museo Británico (British Museum). También es gratis y te piden alguna pequeña donación. Teníamos muchas ganas de ver el British, y es impresionante, tanto por su tamaño como por su contenido. Una visita en condiciones requeriría de muchas horas. Nosotros sólo vimos lo que más nos interesaba. Dentro del propio edificio, en el patio, hay varias mesas en distintos lugares a modo de buffet para desayunar/comer. Tenía buena pinta, pero no lo probé.

La Piedra Rosetta

Conforme íbamos avanzando por sus salas, nos íbamos dando cuenta que este museo es una auténtica apología del expolio que han hecho los británicos de otras culturas. Entre las cosas que hay expuestas hay ... ¡Incluso personas!. No sé, pero es para pensar por qué, actualmente, esta eso ahí, y no en su lugar de origen.
















Una vez fuera de los museos, también visitamos el entorno de la Catedral de San Pablo (St. Paul's Churchyard), a la que no pudimos acceder por horario.










Para terminar, un capricho de mis niñas, visitar Choccy woccy doo dah, una pastelería-chocolatería del Soho londinense, famosa por hacer verdaderas obras de arte con chocolate, y salir en la tele.













En fin, este fue nuestro viaje. Creo que aprovechamos bien el tiempo que teníamos, aunque nos dejamos cosas por ver. Será en otro momento, si no perdemos el "último tren a Londres", claro ;o)



Publicado en agosto de 2018

Comentarios